El consumo de vino en España se mantiene a un buen ritmo de crecimiento interanual (+11%) en los cinco primeros meses de 2022. Sin duda una buena noticia para la recuperación del consumo en la hostelería, el canal más afectado por las restricciones de la pandemia.
El último informe de mercado que la Interprofesional del Vino de España (OIVE) ha puesto a disposición del sector, indica que el consumo de vino en España parece estabilizarse este 2022. Este estudio se fija en datos hasta mayo de 2022 y refleja que la tendencia se mantiene tras la recuperación lograda en 2021 después de un 2020 complicado por el COVID-19.
Tras marcar su pico de crecimiento en el TAM a febrero de 2022 (+20,8%, hasta llegar a 10,63 millones de hl), el ritmo de crecimiento interanual de consumo se ha suavizado desde entonces. Esta situación ha coincidido con el inicio de un periodo de gran incertidumbre comercial, derivada de factores como el encarecimiento de la energía y combustible, la crisis del transporte y los suministros, que ha desembocado en una fuerte inflación.
Por canales, y según datos de NIELSEN IQ para el TAM Abr-May 22, se ha registrado un crecimiento del 40,8% en el consumo de vino en hostelería y una caída del 6,6% en Alimentación. En todo caso, lo que se gana en Hostelería es más de lo que se deja de vender en Alimentación, ya que, según NIELSEN IQ, el consumo global de ambos canales creció un 4,9%. En valor, el gasto en vino realizado en Hostelería a precios corrientes creció un 47,8%, mientras que el destinado a Alimentación cayó un 2,9%.
Según NIELSEN IQ, el crecimiento de las ventas de vino en España (Alimentación + Hostelería) ha sido mayor en términos de valor (+13%) que de volumen (+4,9%), al subir el precio medio un +7,7%. Sin olvidar que se vive una difícil coyuntura con unos niveles de inflación en España no vistos desde hace más de 35 años.
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